Es particular y tranquilizador..
Ademas, cuando entras al bosque ya se pierde el pesado sol del camino, y queda la húmeda frescura de acostarse en la tierra y descansar ahí.
Perder el sabor de la escritura en papel es algo triste, pero me recuerda a ese sueño que tuvo cuando era adolescente. (Si, son dos personas, los hechos lo marcaron mucho)
Salio como siempre a buscar eso, caminando por la misma calle, saludó a los pibes que rutinariamente se sientan en el umbral que ellos mismos pintaron con los colores del globo. No quiero olvidar el Palacio pintado en la chapa y un Huracan enorme con la segunda "a" un poco mas pequeña que todas las demás letras.
De todas maneras esto no era importante, menos cuando la vio salir por la puerta de su ph. Le pareció extraño que la conocía pero sin conocerla, y fue ahí que se miraron. No pudo evitarlo, le quiso hablar y su boca trastabillo como un nene pasando al frente, o peor aun, como si tenia que explicarle a sus padres que era el paquete de "pasto" que había encontrado accidentalmente la mamá doblando su pantalón para así guardarlo. Tuvo la fortuna de que ella dijo, con cara de ¿por qué pasó? - Hola... dale, justo ahora venís? pasá...
No lo dudo, pasó y recordó que ya habían estado juntos un año atrás, en su viaje.. justo en el arroyo, cuando el tocaba su canción ganadora de el flaco y ella estaba escribiendo en su cuaderno. Aquella vez ella también hablo primero.
Ambas veces terminaron igual, pero esta vez, al mismo tiempo que la tocaba recordaba ese cuerpo, como era esa espalda, esos brazos.. ese cuerpo. Y así pasaron las horas.
"..me peteribi, ama siempre..." así sonaba el despertador de ella, ya se habían hecho las 11 y este sonando le sirvió a él para volver a su casa..
llegó, se pego una ducha y volvió a dormirse.
Fue justo en ese momento, que la canción ganadora del flaco lo despertó. Ya llegado al medio dia, la luz del sol pasaba un poco entre las ramas. Se dio cuenta que era hora de salir del arroyo y volver a tomar calor del camino para así llegar a la casa.
M?
